El gran clásico.
Por hacer un diseño algo distinto, añadí inclusiones de otros jabones
y ha quedado muy bonito.
Me encantan la forma, el color y el aroma.
Es muy cremoso y tiene una buena espuma.
Los colores pastel son muy suaves.
La verdad es que parece una barra de turrón,
dan ganas de darle un mordisco.
Esta es la barra sin cortar y sin pulir.
Y aquí un par de caprichos para los peques.
Aunque no me gusta utilizar ingredientes
no naturales, un jabón de lavanda
tiene que ser lila o morado,
así que éste lleva colorante.
Los aceites son: oliva, coco y ricino y
el sobreengrasado lleva macerados
de lavanda y rosa canina en aceite de oliva
y aceite de almendras.
Aceite esencial de lavanda
e infusión de lavanda
para la mezcla con hidróxido de sodio.
Ya todas las pastillas tienen dueño y
están esperando a que cure para disfrutarlo.
Espero que les guste tanto como a mí.
Le doy las gracias a Mariyerbas,
que me regaló las flores de lavanda
con las que hice el oleato y la infusión.
Un beso, Mari.