Menos mal que las fotografías nos permiten recordar esos días
llenos de tranquilidad y de relax,
de siestas a la sombra del manzano, de baños en la piscina,
meriendas, reuniones y fiestas sin prisas en el jardín...
Rosas del jardín que mi padre cuida con esmero. Con sus pétalos he preparado un estupendo oleato
que pronto utilizaré en un jabón de rosas.
Ha sido un verano tranquilo. No he salido de la provincia de Zamora.
He participado en tres mercados medievales, lo he pasado muy bien y los jabones han gustado bastante, por lo que he regresado muy contenta.
Ahora toca empezar a trabajar y preparar para la nueva temporada, hacer planes
y pensar en nuevas ideas para no caer en la rutina ni en el desánimo.
Os deseo a todos un buen retorno.
Y agradezco a todos los que habéis seguido visitándome a pesar de tener el blog más que abandonado. Ahora ya intentaré mantenerlo más activo.
