Las dos versiones de este jabón constan de dos arcillas diferentes cada uno: blanca y verde / blanca y rosa. El de arcilla verde y blanca es excelente para las pieles sensibles, grasas o con acné; y el de arcilla rosa -mezcla de arcillas blanca y roja - limpia los poros de las pieles secas. En la parte de abajo, además, le añadí sal lo que hace que la piel quede supersuave. El único problema fue que se cortó muy mal y se resquebrajó, pero me gusta el resultado, le da un aire muy rústico, y a mí los jabones con aspecto rústico me encantan. Además de las arcillas y la sal, lleva alga espirulina, oleato de tomillo y aes de lavanda, palmarrosa y limón. El ligero sobreengrasado es de karité y aguacate. Mis sobrinas -de 12 a 15- están muy contentas con estos jabones. Arcilla blanca: tiene alto poder desintoxicante, antibacteriano y cicatrizante; además es muy astringente, aporta luminosidad a la piel y también un efecto tensor, dejando la piel lisa y suave ya que elimina las toxinas y absorbe las células muertas de nuestra piel.
|
miércoles, 2 de noviembre de 2011
Jabón de arcillas
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Hola Rosa, me han encantado tus jabones de arcillas, la presentación me parece muy bonita y original. Y el toque de la sal...estupendo! Besos
ResponderEliminar